Nuestra memoria será imperecedera para aquéllos que sufrieron persecución y castigo por el mero hecho de ser masones
Web oficial de la Asociación de la Recuperación de la Memoria Masónica Canaria.
– Desmond Tutu
«No existen censos oficiales de víctimas, ni datos o estimaciones oficiales sobre el número total de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Además, existen temas subexplorados como el de los trabajos forzosos de presos, muertes en bombardeos, represión, niños robados, o la participación o complicidad de empresas privadas en la violación de los derechos humanos. La legislación española esta materia no soluciona en absoluto este problema, por lo que se insta al Gobierno a establecer una institución “independiente pero oficial” de búsqueda exhaustiva de información, como la Comisión de la Verdad» (Pablo de Greif, relator especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición en España de lo sucedido durante la dictadura franquista).
«El masón es el judío de Franco»
Esto se cuenta en el libro de Francisco Umbral, «La leyenda del César visionario». Como indica Vicent Sampedro Ramo en su tesis universitaria, comunistas y masones fueron “el Enemigo”, las bestias negras del franquismo, quedando amalgamados, junto a los judíos, en esa expresión que ha calado en el inconsciente colectivo español, presente incluso en la actualidad en algunos sectores, el «contubernio judeo-masónico-comunista»
Nuestros fines
Para ello nos proponemos
Quiénes somos
La Asociación de la Recuperación Masónica Canaria está integrada por hombres y mujeres, no necesariamente masones, interesados en mantener la memoria masónica de Canarias y divulgar los hechos ocurridos en el archipiélago canario desde el pronunciamiento militar y hasta el fin de la dictadura franquista, en lo que afecta a la persecución sufrida por los masones.
asesinados
exiliados
condenados
Bienes incautados
Las cifras de la injusticia
Cabe recordar que la mitad de los cerca de seis mil masones que había en España antes de 1936, esto es, unos tres mil, fueron asesinados o fusilados –muchos de ellos pasados por las armas sin juicio previo–; que los que lograron huir y exiliarse fueron entre mil y mil doscientos masones; y que el resto, en su mayoría, fueron encarcelados, a menudo condenados a largas penas, lo que conllevó la muerte en prisión de muchos de ellos. Incluso las sentencias más suaves, fueron brutales y sumamente injustas (Pepe Rodríguez, «Masonería al descubierto»)